Si algo tenemos en común todas las personas, es que no nos gusta que nos den gato por liebre.
Cuando hacemos una compra o una inversión esperamos que sea de calidad, que cumpla con nuestras expectativas y también con los requisitos/exigencias que marca la ley.
Esto es especialmente relevante cuando se tratan de elementos que, si fallan, pueden causar grandes perjuicios económicos y personales.
Hoy vamos a hablarte sobre las diferentes certificaciones con las que deben contar las puertas industriales de tu nave (o las que instales para tus clientes) y por qué es importante que las tengan.
Tabla de contenidos
¿Qué es una certificación?
Las certificaciones son los documentos o marcados (sellos) que demuestran que la puerta ha pasado diferentes pruebas y requisitos.
Estas pruebas (y su correspondiente acreditación) pueden ser necesarias:
- Para su comercialización
- o para que el fabricante pueda decir que poseen ciertas funcionalidades concretas.
Hay certificaciones que comparten (que deben tener) todas las puertas y otras específicas en función del tipo de producto o cuál sea su utilidad o ubicación.
Además, estas certificaciones son realizadas por laboratorios de investigación independientes a la empresa.
Que no te la cuelen, los certificados de calidad que cuentan son aquellos que no vienen de dentro de la propia empresa, sino de empresas terceras que se dedican a testar diferentes aspectos de los productos.
¿Por qué comprobar si la puerta que vas a comprar posee las certificaciones correspondientes?
Estas acreditaciones serán las que te aseguren que la puerta que estás a punto de adquirir:
- Cumple con los estándares mínimos de calidad exigible.
- Realmente cumple con las especificaciones técnicas que indica.
- Es segura tanto en su instalación como en su uso diario.
- Cumple la legalidad.
En resumen, gracias a estas certificaciones podrás saber que estás comprando un producto que cumple con la normativa vigente.
Esto es importante, ya que se han encontrado en el mercado, e incluso en instalaciones, puertas que no cumplían con esta normativa y han fallado cuando más se las necesitaba, causando graves accidentes y pérdidas.
Marcado CE: la certificación indispensable
Seguro que has visto este marcado y su símbolo característico cientos de veces en productos tan variados como unas gafas de sol, una crema o un juguete.
Aun así, a pesar de formar parte de nuestro día a día, hay mucho desconocimiento sobre esta certificación.
Lo que significa este símbolo o etiqueta es que el fabricante declara que el producto ha pasado la evaluación correspondiente y cumple con los requisitos esenciales de seguridad y salud que recoge la normativa correspondiente al tipo de producto.
Normativa a cumplir para obtener el marcado CE en puertas industriales
El reglamento a cumplir para la obtención de esta certificación tan importante es, en el caso de puertas industriales y comerciales —también de garaje—, la UNE-EN 13241:2004+a2:2017 (salvo para las puertas con resistencia al fuego y el control de humos que se gestiona bajo otra normativa).
Una vez el producto ha pasado las pruebas y requisitos técnicos necesarios, podrá ser etiquetado con el distintivo CE y ser vendido a nivel europeo y nacional.
Además del distintivo CE (que deberá estar indicado en la propia puerta), el fabricante o empresa vendedora deberá facilitarte la siguiente documentación:
- Factura
- Declaración de conformidad: siempre sellada y firmada por el fabricante.
- Manual de uso y mantenimiento del producto.
Con esta documentación, podrías estar tranquilo sobre que tu nueva puerta está siendo comercializada de forma legal.
Pero, ¿qué otras certificaciones puede tener tu puerta industrial?
Certificaciones específicas
Como hemos indicado anteriormente, existen otras certificaciones más específicas en función de las características técnicas o de resistencia que posea la puerta en cuestión.
Vamos a hablarte sobre algunas de ellas:
Resistencia al viento
Una puerta recibe la certificación de resistencia al viento una vez aprobado el ensayo efectuado según la norma UNE-EN 12211:2017.
La puerta que posee esta certificación es capaz de mantener sus propiedades y ser segura para los usuarios (sin deformarse en exceso) tras una racha fuerte de viento.
Dentro de la certificación de resistencia al viento existen varios niveles o categorías. El ensayo efectuado tiene por objetivo determinar qué nivel de resistencia posee la puerta.
Esta es la tabla de equivalencia en función de la resistencia capaz de soportar la hoja de la puerta en cuestión:
La puerta será certificada con el nivel 1 a 5 en función de la fuerza o velocidad del viento que sea capaz de soportar.
Estanqueidad al agua
Para que una puerta pueda recibir esta certificación específica debe ser capaz de evitar las filtraciones de agua en caso necesario.
El ensayo para recibir este distintivo se realiza bajo la norma UNE-EN 1027 y consiste en rociar de forma continua agua por la parte exterior de la puerta.
Una vez comienza a entrar agua en el interior, se determina el nivel de estanqueidad al agua que posee la puerta.
Esta es la tabla de clasificación para estanqueidad de agua:
Como puedes ver, el nivel de estanqueidad se determina del 1 al 9 en función del tiempo que soporte la puerta sin filtrar agua al interior.
Permeabilidad del aire
Esta certificación se entrega según la norma UNE-EN 12207.
Cuando una puerta posee la certificación de permeabilidad del aire significa que ha sido probada su estanqueidad, es decir, que en posición cerrada no entra aire.
Una vez se realiza el ensayo oportuno, la puerta se certifica del nivel 1 al 4, significando que una puerta con calificación 4 es cuatro veces más estanca o hermética que una con calificación 1.
Conclusión
Ya has podido comprobar que detrás de una puerta industrial hay mucho más de lo que parece.
Te recomendamos que antes de comprar cualquier puerta para tu nave industrial, o la de tus clientes:
- Te asesores con profesionales sobre qué características debe poseer la puerta (en función de tu sector, ubicación, etc.).
- Compruebes que posee la certificación CE que indica que puede ser comercializada, ya que acata la norma vigente en cuanto a salud y seguridad.